Capítulo 1: El Gran Olvido
- Nayeli ***
- 13 ene 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 25 ene 2021
Os comparto el primer capitulo del Viaje de Nayeli, espero que disfrutéis leyéndolo y tengáis ganas de más!
Ella caminaba tranquilamente, disfrutaba de la belleza de esa montaña que la había acogido desde que era niña. Allí estaban los recuerdos de sus juegos, sus risas, sus aventuras, sus descubrimientos.
De golpe empezó a oír que se movían las ramas y empezaron a salir rinocerontes de entre los arbustos, corrían, en realidad huían, su instinto parecía alertarles de un peligro, sintió mucho miedo. Se sorprendió porque ella nunca había visto rinocerontes en ese lugar. Otra cosa que la extrañó era que los rinocerontes habían perdido su cuerno, habían perdido la magia. Conocía de los rinocerontes que ellos veían sin ver, en su mundo representaban la supervivencia y la memoria de lo que Fue, dado que eran uno de los animales más antiguos de su planeta.
Se preguntó si tenía que seguirlos para huir del peligro. Miró al cielo, vio unos aviones que empezaron a soltar una especie de gas. Empezó a no poder respirar.
La duda de hacia donde correr se disipó inmediatamente al pensar en su familia y corrió a su encuentro. Entró a la casa donde estaban sus padres y sus hermanos también les faltaba el aire.
Se dispuso a sellar las ventanas con telas mojadas, aún había tiempo. Llevaba en el bolso unas medicinas para la respiración, esperaba que fuesen suficientes. Y finalmente se desvaneció.
Cuando despertó se encontraba desorientada y muy confundida. Sólo tenía pequeños flashes de su vida anterior. Había olvidado hasta su Nombre. Toda su familia seguía dormida ... inconsciente. Afortunadamente respiraban estaban vivos, pero no conseguía despertarlos. Salió de la casa, en el exterior habían muchos edificios y calles de asfalto.
Sintió una gran añoranza. Sin saber muy bien qué hacer decidió emprender con determinación un camino, tratando de seguir la ruta de los rinocerontes.
Así que con el propósito de volver a recordar, caminó, caminó y caminó sin hallar otra cosa que asfalto. Ya estaba agotada y se acababan sus esperanzas cuando apareció por fin, un campo verde, había llegado al final de aquel entramado.
Caminar cada vez era más difícil, había aparecido una pendiente que descendía sin un camino marcado, parecía que hacía mucho tiempo que nadie pasaba por allí.
Se paró, le pareció absolutamente imposible continuar, se podía caer, definitivamente estaba demasiado empinado para ella. Pensó entonces en volver atrás, pero descartó la posibilidad, no podía vivir en el mundo de asfalto inerte, esa era peor opción que la muerte misma. Así que decidió seguir descendiendo por la ladera de la montaña.
Después de haber tomado esa decisión el camino empezó a resultar mucho más ligero y consiguió descender sin muchas dificultades. Le llamaba mucho la atención las formas redondeadas de la montaña, le parecía que tuviesen sentido. Cuando finalmente llegó abajo se dio cuenta que la montaña tenía forma de ser humano: Un ser humano gigante Verde hecho de piedras y musgo.
En su base se abría una entrada al lado de la puerta se encontró a un hombre que la miraba con cara de sorpresa, vestía completamente de verde.
Le preguntó que cómo había llegado allí y ella le explicó su aventura. Él era el Guardián de la Verdad de la Tierra, su nombre era Soski. Él le explicó que dentro de la montaña habían diferentes caminos que llevaban a diferentes lugares en cada uno había una parte de nuestra historia. Estaba emocionada, por fin podría recordar!!!!
Autora: Olga C Bravo Domínguez

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